Creemos que muchos empresarios se preocupan tanto por el medio ambiente como por el balance de la empresa, por lo que proponemos aquí el resultado de varios años de estudios y realizaciones en este campo, que han dado excelentes resultados en este sentido
A menudo, se habla de los aspectos técnicos de los diferentes procesos aplicables a la depuración del aire, pero quizás se habla demasiado poco de los aspectos económicos.
De hecho, es evidente que, sobre todo en el caso de las instalaciones de servicios de producción, el impacto en términos de costes de inversión y funcionamiento es un parámetro de elección absolutamente fundamental.
Contención de los costes de inversión (CapEx)
Un primer punto a tener en cuenta antes de empezar el dimensionamiento de la instalación de depuración final es la posibilidad de optimizar la instalación del circuito de aire existente para la captación de humos contaminados, con el fin de reducir el volumen de emisiones por tratar. Aunque esta investigación puede suponer costes adicionales, es muy importante realizar este análisis, ya que el coste de inversión de la instalación final es siempre proporcional al volumen de aire tratado (invertir en el sistema de captación significa casi siempre reducir los costes de la instalación de depuración sucesiva). Por no hablar de que esto también optimiza los costes de funcionamiento.
Entonces es una buena idea adoptar soluciones tecnológicas de alto rendimiento y diseño moderno. Con estos objetivos en mente, BrofindⓇ ha diseñado, desarrollado y probado en varias docenas de unidades de trabajo, sistemas de oxidación térmica de ultra alto rendimiento que reducen el espacio, el peso y, por tanto, los costes. La tecnología de oxidación térmica, que hasta hace unos años se consideraba económicamente ventajosa, pero técnicamente ineficaz en todas las aplicaciones con concentraciones de COV de entrada superiores a unos cientos de mg/Nm3, ha sido profundamente modificada por Brofind Ⓡ obteniendo una instalación de muy alta eficiencia, a un coste decididamente bajo en comparación con los valores medios del mercado.
El uso del sistema regenerativo, con material cerámico especial, para la recuperación del calor, ha permitido también que este tipo de instalaciones, conocidas como RTO (Regenerative Thermal Oxidizer), sean muy compactas, fáciles de transportar y de montar, con otros beneficios evidentes en los costes de inversión.
Contención de los gastos de funcionamiento y recuperación de energía
El primer paso siempre es reducir lo máximo posible, en muchos casos, incluso el consumo de combustible (generalmente metano) alcanzando el llamado umbral de autoabastecimiento.
El autoabastecimiento se produce cuando la cantidad de compuestos orgánicos contaminantes en el aire a depurar es suficiente para mantener la combustión, sin necesidad de gases de apoyo externos.
En algunos casos industriales, son comunes las concentraciones muy altas de COV. Esto está relacionado con las modernas líneas de producción, cada vez más automáticas y rápidas, y con las tecnologías de captación más avanzadas, que permiten captar el contaminante directamente en su origen, a diferencia de lo que ocurría hace años, cuando el aire contaminado se aspiraba directamente del entorno de trabajo, con un enorme efecto de dilución.
Por lo tanto, la tendencia observada es la de reducir los volúmenes de aire por depurar, aumentando así la concentración de los compuestos orgánicos presentes.
De este modo, las instalaciones de tratamiento no solo son más pequeñas y cada vez más autosuficientes, sino que también se asemejan más a generadores de calor, necesitando a veces incluso eliminar el exceso de calor producido por la propia reacción de conversión de los contaminantes, que es exotérmica.
Esto supone un nuevo reto y una nueva oportunidad para el fabricante de instalaciones: tratar de recuperar este exceso de calor devolviéndolo al ciclo de producción y generando así un importante ahorro de energía.
Recuperación de calor: cinco formas de reducir los costes de funcionamiento y ahorrar energía
1. PRODUCCIÓN DE AGUA CALIENTE
Instalando una batería de intercambio térmico en la chimenea es posible calentar el agua, que puede utilizarse para fines sanitarios o industriales.
2. PRODUCCIÓN DE VAPOR
Instalación especialmente diseñada para producir vapor a media presión, extrayendo el aire caliente directamente de la cámara de combustión a 800 °C, gracias a una válvula refractaria especial. Este sistema también puede ser capaz de producir vapor incluso con la instalación de depuración parada o en fase de puesta en marcha. Esta oportunidad única hace que esta solución sea similar a una verdadera caldera de reserva o de emergencia.
3. FLUIDOS DE CALEFACCIÓN
El aceite diatérmico suele utilizarse para alimentar de calor el ciclo de producción. El nivel de temperatura de los fluidos térmicos puede ser, como en el caso anterior, demasiado alto para utilizar simplemente el aire de la chimenea. También en este caso se ha desarrollado un sistema que permite calentar el fluido térmico al nivel deseado en todo momento.
4. PRODUCCIÓN DE FRIGORÍAS
Hay aplicaciones en las que no es interesante recuperar el calor, pero sí es útil tener frigorías; y en estos casos se integra una instalación de absorción de sales de litio, que cumple perfectamente la función de «producir frío a partir del calor». Es una tecnología muy atractiva que se aplica perfectamente en las instalaciones medianas y grandes.
5. CERO EMISIONES
La instalación de combustión ya no tiene chimenea y ya no emite ningún contaminante a la atmósfera.
Todo el aire caliente que sale del proceso de depuración se acondiciona de manera específica y se devuelve al proceso de producción.
Las principales ventajas del sistema de depuración térmica del aire
- Flexibilidad respecto a las variaciones de caudal y concentración del gas a tratar; de hecho, el material cerámico compensa esta fluctuación gracias a su volumen relativamente grande.
- Instalación autosuficiente como baja concentración de sustancias orgánicas y, por tanto, bajo consumo de gas combustible de apoyo.
- Resistencia a las altas temperaturas gracias a los materiales utilizados.
- Formación mínima de impurezas secundarias (por ejemplo, NOx, CO).
- Simplicidad de diseño y funcionamiento de la instalación para garantizar bajos costes de mantenimiento y una larga vida útil.
- Reducción del tiempo de puesta en marcha gracias al material cerámico de alta superficie específica y, por tanto, a la menor cantidad utilizada.